8. Comunicaciones por carretera

    • Impulsar, y colaborar con la administración central, para alcanzar con prontitud la terminación urgente del eje Norte-Sur y el impulso decidido de todos los tramos pendientes de las autovías Pamplona-Huesca y Huesca-Lleida, así como la culminación inmediata del eje pirenaico o N-260 en Aragón.
    • Impulsar el desdoblamiento de la N-232 entre Mallén y Figueruelas y entre El Burgo de Ebro y Alcañiz hasta alcanzar el Mediterráneo, así como el desdoblamiento del tramo aragonés de la N-II entre Alfajarín y Fraga, y exigir la liberalización total mientras se ejecuten las obras, como autovías libres de peaje, de los tramos Zaragoza-Gallur y Alfajarín-Fraga de las autopistas AP-68 y AP-2, respectivamente.
    • Renovar y mejorar integralmente la A-II, tramo Madrid-Zaragoza, impulsar la autovía Daroca-Calatayud-Soria (A-24) y desdoblar la N-122.
    • Incluir en el Plan Estratégico de Infraestructuras del Transporte (PEIT) 2005-2020 la N-123 Barbastro-Benabarre, como conexión de las autovías Huesca-Lleida y Lleida-Valle de Arán y conformando un eje viario internacional de gran capacidad Zaragoza-Huesca-Toulouse. Así mismo, incluir en el referido Plan el proyecto de la conexión por autovía entre Huesca, Ejea y Gallur a realizar como eje subpirenaico de conexión entre el norte y el este de la península y la prolongación de la proyectada Autovía A-40 Madrid-Cuenca-Teruel hasta Alcañiz, Caspe y Fraga (A-2).

2 respuestas a 8. Comunicaciones por carretera

  1. Chesús Beltrán dijo:

    En relación a esta propuesta me gustaría hacer varios comentarios:
    En primer lugar replantear seriamente la filosofía de fondo que subyace en toda la propuesta. Esto es, considerar si realmente hay necesidad de nuevas autovías, de mayor capacidad teniendo en cuenta el uso, la carga de tráfico, así como los costes y las repercusiones medioambientales (incluido la emisión de CO2) que conllevan semejantes obras. Considero más adecuado invertir de manera sostenible, incidiendo más en conservación y adecuación de las carreteras existentes que no en la construcción de nuevos viales.
    En concreto, y respecto al primer punto, de acuerdo con exigir la finalización de las obras iniciadas, a pesar de considerarlas innecesarias en su concepción inicial en algunos casos (leáse Monrepós)
    En el segundo punto reinvindicar la liberalización del peaje, pero no acometer el desdoblamiento de la N-232 entre Mallén y Figueruelas. La autopista tiene la concesión hasta 2026 (si no me equivoco, y gracias a la merced del gobierno del PP). Si se hace el desdoblamiento propuesto tendremos 4 carriles por sentido, ¿tiene eso sentido con el volumen de circulación? Partiendo de la base de que no hay tráfico que justifique tal construcción hay que incidir en el aprovechamiento de lo existente, mediante la liberalización del peaje. Hay que tener en cuenta que, dados los plazos supuestos de la obra del desdoblamiento, si consideramos que es suficiente con la obra que hay (una vez liberalizado peaje) la utilidad de la nueva vía sería de unos pocos años (los que mediaran entre su finalización y el 2026, fecha de fin de la concesión)
    Tercer punto: No encuentro justificación a la nueva autovía A-24 o desdoblar la N-122 en base a criterios de densidad de tráfico, y valorando los costes económicos y medioambientales de la obra. Una vez más, dirigir los esfuerzos a la mejora en firme, señalización, y algún retoque puntual que puede ser necesario (zonas de carriles para vehículos lentos, trazado de alguna curva, p.ej)
    El cuarto punto incide en más de lo mismo, más autovías. Centramos la idea de progreso en la existencia de autovía, que se considera buena «per se» No hay nada que justifique una autovía entre Teruel y Cuenca salvo que estemos imbuidos de esta filosofía. Y no tratemos de venderlo como respuesta al aislamiento de Teruel. La mejora de las condiciones de vida de los turolenses no pasa por más autovía ni por aeródromos de más que dudosa rentabilidad. La mejora de las condiciones de futuro de los turolenses pasa por iniciativas como la pizarra digital, en las que Teruel fue pionera. Ese es el camino que debemos impulsar, y no dejarnos deslumbrar por el brillo fácil de la autovía.

  2. alejandro dijo:

    Viendo los numerosos retrasos en el desdoblamiento de la N-II (parada en el estudio informativo), no sería mejor intentar negociar con la concesionaria para que haya bonificaciones o exención de peaje para vehículos o camiones (según convenga)? Teniendo en cuenta que quedan 11 años para el fin de la concesión (2021) y que el proceso de construcción de una autovía va muy lento (2-3 años fin crisis+ 2-3 años proyectos+ 3-4 años obras=7-10 años), además de la actual crisis y el recorte presupuestario que va a retrasar muchas autovías, quizás sería la solución más idónea.
    Y me gustaría añadir como otra propuesta, la de reinvindicar la mejora de carreteras nacionales con la construcción de variantes. En Teruel hay muchas que han quedado olvidadas (Alcorisa,Utrillas,Montalbán,Gargallo,Calanda,Villalba Baja,Mata de los Olmos) y en la provincia de Zaragoza (Tarazona y Borja-Maleján). Algunas de ellas son bastante peligrosas (como la travesía de Borja) y además de mejorar la seguridad vial y la comodidad, se conseguiria una mejor vertebración del territorio reduciendo los tiempos (sobre todo entre Alcañiz y Teruel).
    Por último, me gustaría que se tuviera en cuenta que la alternativa elegida por Fomento para la A-24 (Daroca-Calatayud) puede ser perjudicial para el medio ambiente del valle del Jiloca. No sé si esto es cierto, pero sería conveniente analizar ese trazado para reducir la afección en caso de que la hubiera.

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